cajas-fuertes¿Que sería de nuestras películas de espías sin una buena caja de seguridad? Siempre colocadas detrás de complicados (e ineficientes) mecanismos de seguridad como rayos láser, pirañas y dardos venenosos, para resguardar en una habitación de 9 metros cuadrados un solo pilar con una joya muy valiosa. Sabemos que la realidad no es así, pero mola mucho verlo en el cine.

La realidad es mucho más mundana, una caja fuerte es algo mucho más modesto, infinitamente menos llamativo y las pirañas son muy poco efectivas contra criminales o agentes de inteligencia. Y principalmente, las cajas fuertes están al alcance de nosotros, los mortales que no contamos con habitaciones enteras para dedicar a la protección de un diamante del tamaño de una manzana.

Las cajas fuertes las podemos encontrar en muchas presentaciones, como nos dicen los cerrajeros guinardo, independientemente de sus materiales o mecanismos de apertura (que pueden variar muchísimo y marcar varios grados distintos de seguridad que sin duda tenemos que analizar en nuestros hogares a la hora de querer comprar una) principalmente hoy queremos hacer las distinciones en sus tamaños.

Primero hablemos de las “pequeñas”, estas que todos hemos visto, que suelen ser poco más que una caja de metal con un cerrojo. Aunque no por eso hay que verlas con malos ojos, puesto que como todo en esta vida, suelen ser muy buenas para las funciones correctas. Estas cajas, hablando deforma franca, no aportan mucha seguridad, principalmente por su factor móvil, que incluso muchas cuentan con una asa para llevarlas de aquí para allá.

Tampoco por sus cerrojos suelen ser algo especial, son cerraduras sencillas, que hacen su trabajo y ya, sin poner mucho reparo en repeler criminales que intenten violentarla con algún esfuerzo, segun los cerrajero el raval barcelona. Estas cajas son buenas para funciones temporales y puntuales, como guardar un dinero que se recoja al momento y se deba transportar a otro lugar, pero no son recomendables como lugar de almacenamiento fijo para objetos de valor, puesto que un criminal puede tomarlas y correr y ya, se ha perdido todo.

Luego tenemos las cajas “grandes”, que muchos podría clasificar de medianas y grandes como categorías separadas, pero para todas las funciones de seguridad suelen ser iguales, solo variando el factor tamaño. Estas cajas si representan un mayor agregado de seguridad, principalmente por su robustez en los materiales de fabricación, resistencia, mecanismos de acceso y sobretodo, aunque muy poca gente suele pensar en este factor, son pesadas. Estas cajas son ideales para ser empotradas en nuestros hogares, haciéndolas bienes fijos, dejando solo una vía de acceso altamente protegida por medidas de seguridad.

Tenemos que pensar cual es el uso que le daremos a estas cajas para poder decidir por cual nos vamos, aunque un factor decisivo que muchos pasan por alto son los seguros. Si vamos a usar la caja para la protección de bienes en nuestros hogares debemos revisar las condiciones de la póliza de seguridad de nuestra casa, si la tenemos, para ver si está cubierta o no, ya que de forma general se exige cierto tamaño y peso para que el seguro pueda cubrir la caja y su contenido. Así que compra la que te convenga y no olvides el número de la combinación.