Para la mayoría de nosotros, el trabajo es el lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo durante el día. Un mínimo de 8 horas durante la jornada es lo que invertimos en nuestras actividades laborales, y esto no es poca cosa. Como en cualquier otro aspecto de nuestras vidas, en el trabajo hay riesgos que se pueden presentar y que es preciso tener en cuenta. Acá hablaremos al respecto y cómo evitarlos.

¿En qué trabajas?

No importa en qué trabajes. Desde los cerrajeros Bellavista hasta los programadores, todo trabajador independientemente de su condición está expuesto a algún tipo de riesgo laboral. Lo primero, y más importante, es identificar cuáles son estos riesgos según en lugar donde trabajas. Evidentemente, los riesgos que corren los cerrajeros no son los mismos a los que están expuestos los programadores, así que conviene tener esto en claro.

Riesgos laborales en fábricas

En una fábrica, por ejemplo, los riesgos de accidentes son muy grandes. Hay que estar consciente de cuáles son para poder evitarlos. ¿Manipulamos sustancias peligrosas? ¿Manejamos maquinaria pesada, con elementos cortantes, que generen algún tipo de combustión, etc?

Es importante hacer notar que, para trabajar con este tipo de maquinarias y equipos, la capacitación es muy importante. De la impericia a la hora de emplearlos es que surgen la mayoría de los accidentes. Un trabajador plenamente capacitado para realizar su trabajo en una fábrica es menos proclive a sufrir accidentes. Por eso es que la capacitación y la educación del trabajador es una de las medidas más importantes.

Trabajo de oficina o en casa: no están exentos

Los trabajos de oficina no están excluidos de la posibilidad de accidentes o peligros. Obviamente, estos son muy diferentes a los que puede enfrentar un obrero en una fábrica y las medidas a tomar son otra naturaleza. Pero es igual importante tener en cuenta la seguridad, ya que de lo contrario los efectos pueden ser desagradables.

En primer lugar, es necesario que tengas en cuenta la cantidad de horas que pasas frente al computador. Esto, sin duda, es uno de los factores que más afectan a las personas que trabajan en oficinas o desde sus casas. Reducir los intervalos e intercalar pequeños períodos de descanso puede ayudar a reducir el efecto que este tipo de trabajo tiene sobre la salud.

También es importante la configuración del espacio en el que laboramos. Debemos tener una silla correcta, con respaldos para los brazos y un correcto soporte para la espalda; el monitor debe estar a una altura precisa y con un brillo adecuado para no afectar nuestros ojos. Lo mismo que el teclado y el mouse, su posición debe ser tal que nos permita el descanso adecuado de los brazos y las manos.

Cualquier actividad laboral tiene riesgos implícitos. Por ello es necesario que tomemos las medidas correctas, tanto en lo individual como en lo colectivo, para hacer de nuestros lugares de trabajo lugares cada vez más seguros y confortables.